¿Te cuestionas si lo que estás haciendo sigue teniendo sentido para ti? ¿Están sucediendo situaciones complicadas en tu vida y no sabes cómo encajarlas?
Todo pasa y todo queda. La vida es constante cambio. Experimentamos sucesos inesperados, transiciones vitales, vivimos un impasse en nuestra vida porque necesitamos tomar una decisión importante, tomar otro rumbo, etc.
A veces, nos cuesta acoger esta nueva situación que nos separa de lo conocido. Nos aleja del sentido de control que queremos llevar en nuestra vida, de nuestra ruta, de nuestros planes. La vida nos empuja a salir de nuestra zona de confort.
Atravesar en soledad la incertidumbre puede resultar abrumador. Puede hacernos dudar y ello generarnos ansiedad. La incertidumbre en nuestra vida puede llevarnos a estados de malestar y miedo, que nos pueden paralizar, hacernos sentir desorientad@s, impotentes e incluso sufrir una crisis existencial.
Estar perdid@s nos aporta la oportunidad de actualizarnos. ¿Quién soy yo? ¿Cómo me siento? ¿Qué necesito en estos momentos? Lo que anteriormente podía ser un sostén o un apoyo importante puede llegar a resultar un freno en nuestra vida o en nuestro crecimiento personal.
También, necesitamos actualizar nuestros guiones de vida y referentes. Nos han ayudado a orientar nuestra vida. Han tenido el sentido que tocaba en el contexto que tocaba. Sinembargo, necesitas reconectar con tu propia voz y referencia interior.
Es hora de cuestionar y reestructurar viejas creencias/hábitos que han formado parte de tu identidad. Estás cambiando. Necesitas soltar, cerrar o concluir lo que ya no está vivo en ti. Necesitas pasar página. Para ello puedes necesitar apoyo y orientación.
Necesitamos el permiso de darnos tiempo para calmar la mente y calmar el cuerpo para que aparezca la claridad qué necesitamos en ese momento concreto. En ocasiones necesitamos ayuda y requiere que la pidamos. No podemos con todo, nos sentimos desbordados de asuntos pendientes y responsabilidades.
Necesitamos confiar en las personas para nos puedan facilitar nuestro caminar. Pueden haber heridas relacionales que nos han evitar este contacto tan humano y afecte a nuestra percepción vital. Se necesita valentía para reconocer que necesitas ayuda, y valentía para comprometerte en tu crecimiento personal o en tu sanación.
No eres peor persona por darte cuenta de que necesitas de las relaciones sociales para sentirte más completa. Estar perdid@ es la puerta a sentir tu propia vulnerabilidad. Es una oportunidad para poder descubrir otras formas de relacionarte contigo y con tu entorno.
Permítete ese vacío donde puedas encontrar nuevas respuestas y nuevas preguntas. Quiero ayudarte a descubrir tus propios recursos, a que des valor a lo que sí sabes, a que reconozcas tus límites y que aprendas a manejarte en este cambio vital. Todo cambio trae nuevas puertas, nuevas ventanas; trae nuevas posibilidades.
Te ofrezco un espacio acogedor donde pueda acompañarte en tu autoconocimiento y transformación personal.
Aprovecha este momento para tomar un nuevo impulso para tu vida.
Es tu momento.
0 comentarios