¿Recuerdas en tu infancia o adolescencia algún suceso que te avergonzara? ¿Has experimentado en alguna ocasión en tu vida la sensación de “tierra trágame”?
La vergüenza es una emoción social que puede mostrarse como un excesivo autocontrol y crítica por el deseo de querer encajar en lo que “deberíamos o tendríamos que ser” para un grupo de personas.
Nuestro deseo de pertenencia, es tan fuerte que reprimimos, escondemos o desviamos nuestros verdaderos deseos, nuestras necesidades y nuestra expresividad por experiencias de rechazo reales o imaginarias que sentimos con gran amenaza. El sentimiento de impotencia, inferioridad, dolor y miedo pueden ir de la mano.
Por otra parte, en nuestro árbol genealógico familiar pudieron haber sucesos de exclusión, abusos, violencia o heridas que fueron silenciados para que nuestros familiares pudieran adaptarse y seguir hacia adelante. Ese silencio se nos ha podido transmitir educacionalmente ya que solemos repetir patrones de comportamiento.
Por eso mismo, podemos encontrarnos en momentos de querernos esconder, ir con mucha precaución en nuestras relaciones, pasar desapercibid@s, guardar excesiva distancia o proteger desde el silencio secretos que creemos que no son aceptados. Mostramos aquellos aspectos que son más acogidos en nuestro entorno.
Ello puede generarnos, una soledad latente que, al no compartirla, nos puede paralizar y hacernos sufrir por dentro. Nuestro cuerpo físico, también, refleja este encogimiento emocional.
Aparecen nuestros miedos por creencias fijadas de “no estar a la altura” o no “ser suficientes” o no “ser válid@s” tal y como somos. Hay una idea de no querer mostrarnos vulnerables o “débiles” porque “debemos ser fuertes” en todo momento. O puede que también nos esforcemos mucho por conseguir el valor que pensamos que no tenemos. Estas creencias y conductas que les siguen pueden agotarnos y desanimarnos.
La duda de nuestro valor como personas nos puede llevar a hacer aquello que no queremos, y no hacer lo que realmente deseamos.
Es necesario que puedas abrir tu campo de experiencias, que a la vez te puedan retar a indagar y hacer surgir más partes de tu identidad que han estado en ocultas en la sombra.
Necesitas aproximarte hacia una actitud flexible y permitirte el error con más compasión. También aprenderás disfrutando de tus fortalezas y cambios positivos que puedas observar en ti.
Estaré presente para que puedas compartir tu fragilidad, en confianza y desde el apoyo. Quiero que ganes capacidad de auto-sostén en poder asentir tus propias debilidades y puedas celebrar, con más gusto, la vida.
0 comentarios